El turno noche de
Alguien bajaba tarde, antes que el portero empiece a cerrar el edificio, y volvía con una cerveza clandestina en la mochila. Esta era la manera de evitar la deshidratación en verano y de hacer que los dientes no castañeen en invierno (En la escuela hacía tanto frío en invierno, que te abrigabas para entrar).
De esas noches con quienes constituirían las futuras vanguardias, te quedan recuerdos de panfletos en contra de todos, los fanzines sin periodicidad, una lista de amigos entrañables y otra igual de personas que probablemente no vuelvan a saludarte.
Tumbas una pilita de años en el almanaque y entras a
Hay muchos recorridos posibles, pero si sencillamente elegís ir hacia la derecha, entras al conservatorio, y box tras box irás escuchando los ensayos de violín, de piano, o de la flauta. Parece una propaganda, pero es real: esos alumnos/músicos que el año pasado ensayaban en el baño, están protegidos. Cruzas un lobby y de nuevo la sorpresa de una sala de exposiciones, que es más que digna. Está erguida y se despunta como una articulación de museos.
Por caso, la exposición actual que cogestionada con
Luego de una serie de importantes mejoras a realizarse en las salas de exposición, entre las que cuenta la implementación de un sistema de refrigeración y calefacción adecuado, la programación del espacio que ocupó la ex-sastrería militar revisará la obra de Hugo Bastos, y más adelante la enseñanza del desnudo, siempre sobre la línea de docentes o egresados de la escuela.
Hay que decir que en un predio de
Apoyando el oído sobre los muros de cemento hay más comentarios, pero el hecho es que
Cuando salís del predio es de noche y se te ocurre un deseo: me gustaría ser guardia de seguridad una sola noche para dejar pasar alguna mochila sospechosa.-
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