Mitosis y Suicidio en finales de Marzo

(Publicado por la Revista Escenario)

Si las personas tuvieran la oportunidad de reproducirse como las células, haciendo mitosis, sucederían cosas raras. Unos tendrían, de un día para otro, dos novias muy parecidas (Sí, el consabido sueño de las gemelas); otros, dos esposas (Glup!); y quienes sufran la peor suerte, dos suegras (Glup!pulG).

Sobre esta hipótesis de “mitosis” humana, un día cualquiera, por ejemplo un 27 de marzo, un tipo, se subdivide. Sus nuevas dos mitades-personas heredan sus hábitos de manera polarizada: tienen gustos diferentes. Esa misma noche, recién subdivididas, cada parte toma diferentes caminos. La mitad “A” se enfunda un saquito y parte rumbo al teatro a ver una obra –cualquiera- en la sala mayor de la ciudad. Teatro, magia, y como dice en los textos dealado “una acción que ocurre a centímetros de nuestra piel”. Cuando ingresa a la sala, descubre que hay pocas personas y que, “si la curiosidad mató al gato” a esta sala vienen pocos gatos. Ojo, mitad “A” se refiere a mascotas.

Mitad B, más doméstico, sólo quería estar en calzoncillos, en el sillón, viendo televisión, como Homero Simpson. Cuando la voz del presentador, en la sala, le indicaba a mitad A que “la función daría comienzo en 5 minutos”, mitad B pulsaba el “on” del televisor. Frente al aparato encendido, la mitad semidesnuda pulula por los tres canales que Córdoba, generosamente, le ofrece. En el ocho, Gran Hermano, pues son las 20:30 (hora teatral, por cierto). Esta mitad, se enfrenta a uno de los fenómenos culturales más popular del país. La otra nueva persona consigue desprenderse de todos sus pensamientos mundanos, y la sala -llena de poder actoral- invade su espacio mental para apropiarse de toda su percepción. De ahora en adelante, y por los próximos 90 minutos, lo representado, paradigmáticamente es la única verdad. En su sillón, en casa, la mitad televisiva observa como, un salame dice ser profesor de teatro. ¡Vaya actuación! Luego bailan, y lo hacen decididamente mal. La imagen vuelve al estudio y un panel de infradotados, al borde de un orgasmo, le preguntan insignificancias directamente proporcionales al tamaño de su cerebro, e inversamente proporcional a la cantidad de cama solar -de canje- que tomaron.

No se puede tener nada en contra de Gran Hermano, siempre es útil ver gente inútil, y es fácil escribir sobre lo mala que es la tv argentina, de hecho pareciera que esta columna fue escrita en cualquier momento y sobre cualquier programa. Pero mi historia tiene un final triste, con la mitad que estaba en pijamas o calzones habiendo intentado quitarse la vida después de dejar una extensa carta a favor de la censura previa. De hecho, cuando la mitad evalúa meter la cabeza en el microondas (información suplementaria: el gas pasó de moda) entra Mitad “B”, que ha nutrido la semana alimentando su alma con la emoción de experimentar arte vivo, o de haber vivido el arte, la Mitad –ahora les ponemos mayúsculas porque ya nos encariñamos con los personajes- del sillón cuenta su nefasta experiencia. Como prueba de ello vuelve a encender el tv con tan mala suerte que aparece, en un programa de archivo, Rolo Puentes haciendo algo repugnante con un tema de Babasónicos.

Señor lector: haga o no una mitosis, Ud. y sus mitades tienen varias oportunidades para elegir en este mes. Una es contemplar el ascenso y la caída del dúo compuesto por Osito de Gran Hermano, y su souvenir. (No se ría. lector, hay piezas musicales en su honor).

Otra es dejarse llevar por la celebración: más de 200 localidades en el paraíso, 150 tertulias, 150 cazuelas, 38 palcos y 350 plateas esperan albergar a los espectadores, cuyas cabezas terminarán repletas de teatro, en las inmediaciones de su día mundial, el 27 de Marzo.-

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